El exceso de trabajo en la actualidad -como muchos han de saber- es el causante principal del temido “estrés”, y este estado no debería tomarse a la ligera, ya que no sólo afecta a la persona que lo padece, sino que también genera un ambiente incómodo para quienes estén cerca.
¿Y qué es el estrés laboral?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), expresó que el estrés laboral es “una enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo; que perjudica la producción, al afectar la salud física y mental de los trabajadores”.
Este estado suele ser causado por un mal planeamiento o incorrecta distribución de responsabilidades por parte de los gestores, la obligación de entregar los trabajos “para ayer” somete a la persona a una presión física y mental muy poderosa.
¿Hay otras causas?
Sí, existen muchas otras como la monotonía, el miedo a perder el trabajo, exposición a tareas peligrosas o poco higiénicas, el no recibir ayuda, falta de reconocimiento, burlas por parte de los compañeros, las condiciones ambientales del lugar de trabajo y otras más.
Hay que tener en cuenta que las consecuencias no sólo afectan al trabajador, también a los compañeros y a la empresa en general.
Por citar algunas de las consecuencias más comunes resaltan (entre las cognitivas): la dificultad para concentrarse, inconvenientes a la hora de tomar decisiones e inclusive problemas para conciliar el sueño; y dentro de las físicas están la hipertensión, caída del cabello, contracturas musculares, tics nerviosos, y más.
Para las empresas, el desenlace de producir estrés en sus funcionarios puede provocar el incremento de accidentes laborales, mayor bajas por enfermedad, bajo rendimiento y por ende menor productividad, llegando así al incremento de quejas por parte de los clientes.
¿Es posible prevenirlo?
Ciertamente no, de una u otra manera el trabajador llega a estresarse aunque sea un día durante la semana, ya sea por el mismo exceso de trabajo o por el sobre-esfuerzo. Sí hay consejos sobre cómo sobrellevar este estado anímico, y el principal es comunicarse. Si siente que el estrés está causado por la falta de apoyo o no compresión de la carga impuesta, háblalo con quién corresponda y explica la situación.
También está el practicar algún deporte, no necesariamente uno de fuerza excesiva, puede ser yoga que está altamente recomendado por la relajación que ofrece a los músculos. De vez en cuando, tómate un descanso, ve a por un vaso de agua o levántate y haz estiramientos.
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