El estudio, publicado en The Lancet, encontró que la terapia cognitivo conductual (TCC), benefició a casi la mitad de los 234 pacientes que la recibieron combinada con un apoyo normal de su médico general.
Casi 70% de las personas con depresión no responden a los fármacos antidepresivos.
Por eso, tal como señala la organización de salud mental Mind, estos pacientes deben tener acceso a una variedad de tratamientos.
La TCC es una forma de psicoterapia diseñada para ayudar a la gente con depresión a cambiar su forma de pensar, a mejorar su estado de ánimo y alterar su conducta.
El estudio siguió a 469 pacientes con depresión resistente a tratamiento seleccionados en clínicas de medicina general en Inglaterra durante 12 meses.
Un grupo de pacientes continuó con el cuidado normal que le ofrecía su médico general, el cual incluía medicación con antidepresivos.
El segundo grupo recibió también TCC.
Variedad de tratamientos
Después de seis meses los investigadores encontraron que 46% de los que habían recibido TCC informaron por lo menos una reducción de 50% en sus síntomas.
El primer grupo sólo experimentó una reducción de 22%.
El estudio concluye que la TCC es efectiva para reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Las mejoras, agrega, lograron mantenerse por un periodo de 12 meses.
La doctora Nicola Wiles, del Centro de Investigación de Salud Mental, Adicción y Suicidio de la Universidad de Bristol, expresa que “aunque la adición de TCC fue efectiva en pacientes que no habían respondido a antidepresivos, no todos los que recibieron TCC mejoraron”.
“Estos pacientes tenían depresión severa y crónica así que es poco probable que un tratamiento sea efectivo para todos”.
“Necesitamos invertir en otra investigación para encontrar tratamientos alternativos para pacientes cuyos síntomas no han respondido a tratamiento con antidepresivos” agrega.
Los pacientes que sí se beneficiaron con la terapia cognitivo conductual pasaron una hora a la semana con un psicólogo clínico aprendiendo a cambiar la forma como piensan.
Chris Williams, profesor de psiquiatría psicosocial de la Universidad de Glasgow, quien participó en el estudio, afirma que “la investigación utilizó una intervención de TCC junto con un tratamiento de antidepresivos”.
“Esto confirma cómo estos enfoques, el psicológico y el físico, pueden complementarse”.
“El hallazgo también es alentador porque encontramos que el enfoque tuvo un buen efecto en toda una variedad de personas de distintas edades que vivían en varios ambientes”.
Por su parte, Paul Farmer, presidente ejecutivo de Mind, señala que no existe un tratamiento de “una sola talla para todos” los que tienen problemas de salud mental.
“Recibimos positivamente este estudio porque reconoce que los pacientes deben tener derecho a una variedad de opciones de tratamientos basados en sus necesidades individuales” dice.
“Las iniciativas como los programas de acceso a terapias psicológicas han ayudado a asegurarnos de que hay más opciones de tratamiento disponibles para trastornos como depresión”.
“Sin embargo, sabemos que todavía hay una enorme diferencia entre el tratamiento que una persona desea y lo que realmente puede conseguir”, agrega el experto.