La nobleza es un calificativo poco visto en ésta era de la humanidad, con el correr de los minutos y exceso de actividades muchas veces hacemos la vista gorda cuando se trata de ayudar. Ya sea para ofrecer asiento en el bus a un anciano o hasta a una persona cualquiera, que se nota está cansada. Desde ayudar a cruzar la calle a un ciego o sostener las bolsas pesadas para otra persona.
Son pequeños actos que pueden marcar la diferencia en el día a día, pero una acción que influye significativamente en la vida de una persona -y que textualmente puede salvar su vida- es el trasplante de órganos.
En Paraguay, existe un día específico para celebrar éste acto humanitario; el 9 de Julio. En conmemoración a que en esa fecha del año 1996 se realizó en el país el primer trasplante cardíaco en el Centro Médico Bautista, acontecimiento que marcaría hito en la historia de la medicina paraguaya.
El trasplante es una práctica médica que permite salvar o mejorar la calidad de vida de muchos pacientes de todas las edades, cuyos casos ya no tienen otra vía de solución con medicamentos ni tratamientos. Es importante recalcar que ésta práctica salva muchas vidas y es una honorable manera de hacer el bien a los beneficiados y a sus respectivas familias.
En Paraguay hay muchas personas esperando por un trasplante y la donación de órganos es la única solución posible. Es el Ministerio de Salud, a través de la INAT (Instituto Nacional de Ablación y Trasplante), el organismo oficial que coordina y lleva adelante los procesos de donación de órganos para trasplantes.
La triste realidad, según comenta el Dr. Guillermo Ocampos, Director Médico del Centro Médico Bautista, es que la cantidad de demandas por un trasplante supera a la de los donantes existentes. Muchos de los que necesitan esta práctica no llegan al proceso por haber estado un tiempo –que no tienen– en la temida lista de espera. También agregó que “en Paraguay aún falta confianza en las instituciones, falta cultura y educación sobre éste tema”.
Durante el proceso de donación y en todo momento, se mantiene informada a la familia del donante de los procedimientos llevados a cabo. A lo largo de la intervención pueden llegar a participar hasta 100 profesionales sanitarios y no sanitarios; todos los pasos son registrados y verificados por el INAT.
El trasplante de órganos y tejidos puede hacerse con donantes vivos o cadavéricos. En el segundo caso, después de la muerte encefálica (pérdida total e irreversible de las funciones cerebrales) o por paro cardiaco; el cuerpo del donante es tratado con la máxima consideración y respeto, incluyendo la cirugía de extracción de los órganos y tejidos por tratarse de un acto voluntario, desinteresado y solidario con uno mismo, con su familia y con toda la sociedad.
Hay muchas historias sobre donaciones en el Paraguay, un ejemplo puede ser el deTatiana Benítez, una niña a quien sólo daban 15 días de vida a causa de una miocardiopatía dilatada en fase terminal, luego del trasplante siguió viviendo plenamente y hoy, 10 años después, disfruta de realizar deportes, compartir con su familia y amigos.
PARA MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL TEMA PUEDES COMUNICARTE CON LA INAT:
- E-mail: inatpy@gmail.com
- Tel.: 021 286 337
- Facebook: Instituto Nacional de Ablación y Trasplante
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