Es fácil estresarse cuando los estudios lo superan a uno, especialmente cuando se avecinan los exámenes o hay alguna exposición que se debe presentar. Hay muchos métodos para realizar los repasos o resúmenes de clases, pero, ¿realmente funcionan?
Cada persona es diferente, lo que a uno le funciona a otro puede no servirle, así que no está de más indagar en diferentes opciones en cuánto a métodos de estudios se refiere. Por ello, te compartimos el método Cornell.
Es un procedimiento que facilita la comprensión de la información obtenida en clase y consiste básicamente en dividir una hoja en tres partes:
IDEAS -> APUNTES -> RESUMEN
¿Cómo funciona?
El método consiste en dividir la hoja como una I (mayúscula), se deja un espacio en la parte superior para apuntar el tema o la materia más la fecha. Al costado izquierdo se deja un espacio para preguntas sobre el tema, ideas o aspectos claves; al costado derecho el espacio es más ancho, donde se van a escribir las notas, diagramas o más. En la parte inferior se deja espacio suficiente para realizar el resumen y/o conclusiones con las propias palabras.
¡REPASA LO ANTES POSIBLE! Realizate preguntas sobre lo que escribiste, cuanto antes te auto evalúes, más sencillo será recordar lo importante después.
Recomendaciones extras:
– ¡NO LO ALARGUES! Sería conveniente que te hagas de hábito el escribir apuntes cortos, claros y precisos.
– ¿CÓMO ERA? No te enfoques en memorizarla información, el mejor camino es la reflexión y comprensión de tus textos.
– ¡NO ENTIENDO NADA! Es bueno dejar un renglón o espacio entre frases para facilitar la posterior lectura y repaso.
– ¡A VIVA VOZ! Pensá cómo se lo explicarías en pocas palabras a una persona que jamás escuchó hablar del tema que estás estudiando.
Si no te convence utilizar sólo éste método, podés combinarlo con otros hasta encontrar lo mejor para vos.