El comienzo de la vida universitaria nos trae desafíos varios, entre ellos, aprender a tomar decisiones correctas y acciones concretas al momento de preparar los exámenes. Y si bien es cierto que cada persona es distinta en su capacidad de análisis, retención, razonamiento, hay aspectos que son de común impacto.
En los próximos párrafos desarrollaremos algunos de las fallas más comunes que los estudiantes cometen. Hay varios puntos que se arrastran desde la educación media, dado que los niveles de exigencia son comparativamente inferiores, y la práctica de alguno de estos puntos, no presenta dificultad.
Más allá de los consejos, y de las sugerencias, lo importante es que puedas crear un marco propio, donde sientas comodidad, y donde alcances la efectividad necesaria para superar cada etapa de tus estudios.
Ahora si, estos pueden ser las fallas más comunes:
Rodearnos de distracciones:
Es común dar muchas vueltas antes de comenzar, parece que siempre nos falta algo, siempre hay algo más que podríamos necesitar. Ahora, hay cosas que son seguras que no nos servirán: facebook, instagram, whatsapp, la televisión, música a todo volumen, o rodearnos de cientos de personas.
No hay manera de concentrarse cuando hay tantos elementos que nos sacan fácilmente de foco. Tener el celular cerca suele resultar una carga más que un elemento de soporte, ir a lugares públicos, plazas o con mucho ruido ambiente, también atentan contra el proceso de aprendizaje.
Si vamos a estudiar, hagámoslo de forma consciente y proactiva, sin perder tiempo en intentar.
Consejo: Antes de comenzar, detecta aquellas cosas que fácilmente te robarán tu centro de atención, y alejalos. Deja el celular en silencio, en otro ambiente de tu casa, aléjate de la tv, si vives en una zona muy ruidosa puedes escuchar música tranquila y relajante, a un volumen muy bajo. Procura tener de antemano todos los materiales que necesitarás, como bolígrafos, borradores, las notas y libros, marcadores, etc. Si convives con otras personas, llega a acuerdos para tener espacios de tranquilidad, de silencio, o de la mayor calma posible.
Ambientes inadecuados:
Este punto se relaciona con las distracciones, pero va más allá, y hablamos de aquellos espacios donde la iluminación, la temperatura, y las condiciones del espacio físico son un inconveniente.
En este sentido, hay que ser consciente de la realidad y las posibilidades con las que contamos, y dentro de ellas, buscar mejorarlas.
Los aspectos que necesitamos tomar en cuenta cuando hablamos del ambiente son, principalmente: la mesa o escritorio, la silla, y la iluminación. Si bien hay más aspectos que se podrían mencionar, estos son los fundamentales. La mesa o escritorio debe estar despejada, y solo tendremos a mano aquello que nos sea indispensable. Además es bueno elegir un lugar que nos quede a una altura correcta, para no forzar la espalda durante la lectura o escritura. En la misma línea, es bueno procurar que la silla sea confortable, que tenga almohadilla en la posadera, y el respaldo no tenga ángulos. Esto no quiere decir que debas comprarte una silla especial, pero, si tienes sillas de madera, puedes poner una almohada debajo o en la espalda, procurando sentir la mayor confortabilidad posible. Por último, el tema más importante y complejo es la iluminación. Este aspecto está directamente relacionado a los esfuerzos que harás con la vista, y las derivaciones de esto. Busca ambientes con la mayor cantidad de luz natural, si estudias de noche, procura tener abundante iluminación, de preferencia blanca/cálida, y evita tener sombras sobre tus apuntes o notas, para que tus pupilas no tengan que cambiar constantemente el foco.
En relación al punto de la vista, si notas un cansancio excesivo, dolor en el globo ocular, molestias, o dolores de cabeza, es señal de que deberías visitar a un oftalmólogo.
Estudiar a las apuradas:
Este es, probablemente, el error más común, y en el que todos los que hayan pasado por el estudio superior, han caído. Por el motivo que sea, dejamos todo para último momento, y luego debemos atorar la mente en pocas horas, con resultados que por lo general son catastróficos.
Este aspecto se soluciona con organización y concientización.
El punto de partida es llevar un calendario detallado de cuáles son los próximos exámenes, trabajos y presentaciones. En base a eso, dividir por día que unidades necesitamos estudiar, y adecuar nuestras actividades recreativas y sociales a este.
Esto es altamente efectivo ya que el cerebro, en la mayoría de los humanos, no puede procesar tanta información de golpe, sino que necesita de tiempo para asimilar y formar una memoria. Además, este tiene sus límites, y si adoptamos una conducta de atosigamiento constante, acabaremos con un caos mental, que podría llegar a desencadenar consecuencias a nivel psicológico, sin dejar de lado los fracasos académicos.
En reglas generales, deberías estudiar de forma diaria, dos a tres horas, con descansos de 15 minutos a mitad del período. Los tiempos varían de acuerdo a los momentos del año y los calendarios.
Tiempos desorganizados:
Este aspecto se relaciona directamente con el estudio a las apuradas. Ahora, ¿que implica organizarnos mal y cómo corregimos esto?
El primer paso, si aun no lo has implementado, es tener una agenda, y usarla. Todos los celulares poseen una, tu cuenta de correo tiene herramientas de organización, pero si aun así te cuesta, siempre podrás adquirir una tradicional. Por la vía que sea, necesitas una. Puedes aprender a utilizar herramientas como Google Calendar, que te permite programar alarmas y recordatorios.
Además de la agenda, necesitas hacer una valoración con aquellas actividades que son relevantes, las que son obligatorias, y las que son prescindibles. Tu tiempo de estudio debe volverse innegociable. En este sentido, te recomendamos que hagas una lista con aquellas actividades que haces día por día, luego asigna un valor de 1 al 5, con lo que es indispensable, donde sea imprescindible tu participación, y aquellas que no lo son. Hazlo a conciencia, y con objetividad, más allá de que te guste o apasione, la práctica de un deporte no puede anteponerse a tu estudio. En base a eso, asigna a cada día su prioridad.
Por último, planifica las horas de estudio con una visión “pesimista”. Esto quiere decir que no debes dar por sentado que una materia es fácil. Haz el plan para que te sobre tiempo de aprendizaje.
Materiales Insuficiente:
Al comienzo hablamos sobre distracciones, y una distracción común es no contar con los libros, apuntes, notas o materiales necesarios para comenzar a estudiar. Desde el día cero que comiences a preparar una materia, debes tener todos los materiales.
La manera más efectiva, aunque se aplique pocas veces, es conversar y consultar con otros alumnos que ya hayan cursado la materia, si es posible con el mismo profesor, para tener una idea de que elementos necesitas recabar. Además, consulta a los profesores, ellos por lo general te darán una orientación sobre los caminos bibliográficos a seguir.
Contar con estos desde el comienzo te dará una ventaja en muchos puntos, como la organización y planificación, además de la obvia distracción.
Forma de estudiar:
Puede que seamos organizados, que tengamos todos los materiales, que las condiciones ambientales sean inmejorables, pero si no tenemos una técnica de estudio adecuada, todo lo demás será en vano.
En este aspecto, el panorama se vuelve altamente subjetivo, ya que cada persona y cada mente funcionan de una forma distinta, y deberías probar diferentes vías para encontrar la forma adecuada para ti.
Aun así, en los últimos años, lo avances en estudios neurocientíficos, han concluido que la mayoría de las personas obtienen mejores resultados cuando aplican ciertas técnicas.
La regla general durante los años de estudio medio dice que deberíamos subrayar y repetir conceptos hasta aprenderlos, pero la ciencia ha probado que es más efectivo utilizar reglas mnemotécnicas con mapas conceptuales y mentales, asociación de ideas, y auto test. En esta línea, también se descubrió que los conceptos se fijan hasta un 15% más cuando las escribimos, revalidando la noción de hacer nuestros propios cuadros y mapas.
Luego de revisar estos puntos, ¿Hay alguno de estos que estés llevando adelante? ¿Crees que hay alguno que podrías cambiar, o mejorar?
Fuente:
– ¿Cuáles son los 6 errores que más cometemos al estudiar? – http://bit.ly/2Co0qdC