Unas de las necesidades básicas del ser humano es poder relacionarse con otros, y dentro de este cuadro el aislamiento social por un período prolongado, podría afectar nuestro estado psíquico, produciendo un desequilibrio emocional.
Cuando no encontramos un equilibrio nuestro sistema inmune puede verse afectado, por eso frente a la crisis de COVID-19 me gustaría dar algunas sugerencias para mejorar nuestro equilibrio emocional y disminuir el estrés:
1- Procure siempre tener algo que hacer: Ocupe su tiempo con trabajos manuales, haga ejercicios y sea creativo, porque la inactividad crea desesperanza.
2- Evalúe lo que recibe de las redes sociales y evite reenviar lo que no sea de una fuente verídica. No esté pendiente del noticiero todo el tiempo.
El exceso de información puede desencadenar ansiedad.
3- Evite la autocompasión por el aislamiento. La cuarentena no es un castigo, sino un acto de prevención, de amor hacia los más vulnerables. Para suplir esto, aprendamos a distribuir el tiempo que estamos pasando, que sea un tiempo de aprendizaje.
Entrar en un estado de victimización distorsiona la realidad.
4- El aislamiento no es abandono. Si este sentimiento se presenta use toda tecnología para estar en contacto con su familia y amigos.
Su proactividad por comunicarse evita la sensación de soledad.
5- Tenga esperanza y sea positivo, ore, lea las promesas de esperanza de la Biblia.
Las crisis son oportunidades para crecer como persona e espiritualmente .
Además de los puntos anterior, puede desarrollar una actitud de voluntariado, ayudando a alguien que tenga más necesidades que usted.
¡Estas actitudes positivas te harán sentir mejor!
Lic. Odenir Figueiredo Junior
Capellán y Psicólogo
