A pesar de ser sólo un día, parece ser más que suficiente para los lectores, libreros, editores entre otros de poder compartir su pasión por las historias.
Cada 23 de abril se celebra el día internacional del libro, una jornada llena de actividades culturales en distintos puntos del mundo. Un día en que librerías, autores, asociaciones e instituciones fomentan la lectura o inclusive actividades como prestar o intercambiar libros.
¿Por qué surge ésta fecha conmemorativa?
Según la historia, en éste día, pero hace 402 años fallecieron Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. Según la ONU, ésta fecha también coincide con el nacimiento y muerte de otros autores prominentes.
En una conferencia general realizada por la UNESCO en el año 1995 en París, la institución decidió rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.
Por ello creó el Día Mundial del Libro y también del Derecho de Autor, así como el Premio UNESCO de Literatura Infantil y Juvenil Pro de la Tolerancia.
El hábito de la lectura es un gran estímulo para la creatividad, imaginación, inteligencia, capacidad verbal y concentración de una persona. Pese al avance de los soportes tecnológicos, el libro es sin duda una de las creaciones que han marcado una gran diferencia en cuanto a la transmisión y conservación de los saberes culturales, científicos, históricos, filosóficos, entre otros.
Es nuestro deber promover la lectura y la escritura para combatir el analfabetismo, la pobreza y fortalecer los cimientos de la paz.